Según las nuevas políticas de gobierno del Reino Unido, las enseñanzas
cristianas como la creencia de que Jesús es el hijo de Dios, podrían ser
considerados ofensivos para la sociedad catalogando a los cristianos
como extremistas.
Los estudios bíblicos en pro de la
vida que van en contra el aborto y del matrimonio homosexual son
fundamentos cristianos que estan siendo amenazados y tomados como
delito en virtud de la ley “Órdenes Interrupción y Extremismo”.
El reverendo Mike Ovey, director de la
Facultad de Teología Oak Hill en Londres, dijo que la política está
destinada a defender la democracia y la tolerancia, así que esto podría
ser utilizado en contra de la doctrina cristiana tradicional.
Además la Organización Christian
Concern también se ha opuesto a la propuesta del gobierno. Esta
iniciativa del gobierno ha causado mucha controversia en la sociedad
británica, ahora mismo comunidades cristianas se preparan para lanzar
una nueva campaña contra dicho plan.
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