Lectura Daniel 5:1-9.
Los sajones siempre han sido un pueblo muy agresivo y guerrero, y fueron evangelizados en una conquista. Los Sajones accedieron a ser bautizados en una ceremonia pública, pero con una condición. Ellos permitirían ser sumergidos bajo el agua, excepto su brazo derecho.
Sabían que el bautismo simbolizaba el nacimiento de una nueva vida. Querían cambiar perono del todo. Así que se negaron a entregar su brazo derecho, símbolo de la guerra, el homicidio y la conquista.
Es realmente dificil cambiar. ¡Cuando más si se trata de un ábito que ha hechado profundas raices en nuestra vida! El cambio de un hábito conlleva un profundo dolor como aquel que rae los huesos. Si entre nuestro comportamiento del pasado hubiera "algo" que Dios juzga como malo, pero nos trae algún benficio y ganancia, le pediríamos con isistencia que nos dejara conservarlo. No somos muy distintos a los sajones que se negaban a sumergir su brazo derecho. Y justamente por esto, nunca cesó la guerra, ni los homicidios en Europa. En lo exterior, todos decían ser cristianos, pero su vida no reflejaba vaerdadero cambio.
Todos los que tienen el brazo derecho afuera del agua, tienen "algo" que los diferencia. Pero si hay algo en común, es que si se siguen negando a rendirse a Cristo por completo, sentiran gran conflicto y duda cada vez que se encuentren delante de Dios. (El Crsitiano Feliz/ Kim Hyeong)
Los sajones siempre han sido un pueblo muy agresivo y guerrero, y fueron evangelizados en una conquista. Los Sajones accedieron a ser bautizados en una ceremonia pública, pero con una condición. Ellos permitirían ser sumergidos bajo el agua, excepto su brazo derecho.
Sabían que el bautismo simbolizaba el nacimiento de una nueva vida. Querían cambiar perono del todo. Así que se negaron a entregar su brazo derecho, símbolo de la guerra, el homicidio y la conquista.
Es realmente dificil cambiar. ¡Cuando más si se trata de un ábito que ha hechado profundas raices en nuestra vida! El cambio de un hábito conlleva un profundo dolor como aquel que rae los huesos. Si entre nuestro comportamiento del pasado hubiera "algo" que Dios juzga como malo, pero nos trae algún benficio y ganancia, le pediríamos con isistencia que nos dejara conservarlo. No somos muy distintos a los sajones que se negaban a sumergir su brazo derecho. Y justamente por esto, nunca cesó la guerra, ni los homicidios en Europa. En lo exterior, todos decían ser cristianos, pero su vida no reflejaba vaerdadero cambio.
Todos los que tienen el brazo derecho afuera del agua, tienen "algo" que los diferencia. Pero si hay algo en común, es que si se siguen negando a rendirse a Cristo por completo, sentiran gran conflicto y duda cada vez que se encuentren delante de Dios. (El Crsitiano Feliz/ Kim Hyeong)
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