Durante Varios años, hemos trabajado con niños en sectores de bajos recursos económicos. Hemos visto como en las épocas de festividades decembrinas una sonrisa emana de los niños al recibir un juguete regalado por una persona generosa.
Aunque no lo tenemos todo, si tenemos en nuestras manos la posibilidad de dar una sonrisa y un gesto de amor a niños que tal vez nunca han recibido tal bendición.
Hacer el bien a un pequeño es un acto que el Creador aprecia y recompensa. En esta época de alegría, de compartir y de celebraciones hagamos sonreir por lo menos a un niño que extiende su mano para pedirte no riquezas, no posiciones, no cosas fuera de nuestro alcance, sino un juguete que le llevará a un mundo de imaginaciones y alegría.
Comentarios