Durante esta semana de noviembre, las niñas y los niños son los protagonistas. Se conmemoraron dos fechas que ponen el acento en los derechos de los menores.Los niños deben jugar y estudiar, son dos derechos vitales.
El 19 de noviembre se conmemoró el 'Día Mundial para la Prevención del Abuso contra las Niñas y los Niños'. Este día, se estableció en concordancia con el 'Día Universal de las Niñas y los Niños' que se celebró ayer 20 de noviembre y que recuerda el aniversario de la aprobación de la Declaración, por parte de las Naciones Unidas, de los Derechos del Niño y la Niña en 1959 y, exactamente 30 años más tarde, aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño.
En nuestro país, la Convención se aprobó en octubre de 1990.Según informa UNICEF, la Convención sobre los Derechos de los Niños y las Niñas es un instrumento internacional jurídicamente vinculante que incorpora toda la gama de derechos humanos: civiles, culturales, económicos, políticos y sociales.
En 1989, los dirigentes mundiales decidieron que los niños y niñas debían de tener una Convención especial destinada exclusivamente a ellos, ya que los menores de 18 años precisan de cuidados y protección especiales. La Convención establece los derechos en 54 artículos y dos Protocolos Facultativos. Define los derechos humanos básicos que deben garantizarse a los niños y niñas en todas partes: el Derecho a la Supervivencia; al Desarrollo Pleno; a la Protección Contra Influencias Peligrosas, los Malos Tratos y la Explotación; y a la Plena Participación en la Vida Familiar, Cultural y Social. Los cuatro principios fundamentales son la No Discriminación; la Dedicación al Interés Superior del Niño; el Derecho a la Vida, la Supervivencia y Desarrollo; y el Respeto por los Puntos de Vista del Niño.
La Convención protege los derechos de la niñez al estipular pautas en materia de atención de la salud, la educación y la prestación de servicios jurídicos, civiles y sociales.En cuanto a los Protocolos Facultativos de la convención cabe destacar que fueron redactados en el año 2000 y refuerzan la protección de la infancia contra su participación en los conflictos armados y la explotación sexual. Este último punto se expresa sobre la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de los niños en la pornografía. La Convención como herramienta compromete y hace responsables a los gobiernos nacionales de este compromiso acerca de los derechos de la infancia ante la comunidad internacional.
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